Crónica de una graduación

• IZV

El día 31 de mayo se celebró la graduación del alumnado que había cursado el bachillerato en la promoción 2021- 2023 en el instituto Zaidín Vergeles a las 19.00. Para toda la comunidad educativa del centro era una graduación absolutamente especial al recuperar la normalidad, por fin, para la celebración de este emocionante momento.

Superada la incertidumbre inicial causada por  la posible presencia de lluvia, encontramos tregua en las necesarias precipitaciones de los últimos días y el acto fue entrañable y emotivo para todos.

A las 18.30 se empezaba a ver a las familias orgullosas y al nervioso alumnado dispuestos a ver la enorme cantidad de sorpresas preparadas con el fin de coronar su estancia en el instituto de una forma inolvidable. Sonaba el timbre de las 19,00 llamando al alumnado y al profesorado de la tarde a sus clases y dando paso, a la vez, a las notas iniciales de  “I have nothing” de Whitney Houston. Empezaba el video que sintetizaba dieciocho años proyectados sobre risas y vítores. Aparecían infancias y amistades, trabajos y ponencias, excursiones y viajes,…

La tarde se extendió posteriormente como la alfombra roja entre las familias expectantes a punto de cerrar una etapa y empezar otra.  Fue una gran celebración ya en el patio. La maestra de ceremonias, María Ángeles Sánchez Guadix, jefa de estudios del IES Zaidín Vergeles, fue introduciéndonos poco a poco y con unas palabras impecables basándose en la mejor experiencia como madre para hacer sentir a las familias que ella también se sentía conmovida como ellos.

La música no podía faltar en un acontecimientos como este y en un centro que alberga tanto talento.  Teníamos a dos artistas entre el alumnado que demostraban sus cualidades tanto al piano,como Jose Antonio Morales Luis y su fantástica interpretación de una pieza de The Cinematic Orchestra, como a la voz, Elisa del Paso Martínez llevándonos al éxtasis con un tema de Zenet. 

El alumnado tomó la palabra de una manera maravillosa e inolvidable. En todos se veía el cariño que le tenían a sus compañeros, a sus familias y cómo no, al profesorado, que a veces somos parte de sus peores pesadillas, pero, como decían las alumnas Myriam Moles Castillas y Elisa del Paso Martínez del 2º de Bachillerato Semipresencial, se quedaban con lo bueno. Fueron deliciosas la empatía y la ternura que mostraron María Puente Marín y Marcos Martín Fernández del 2º de Bachillerato de Humanidades al hablar de su profesorado. Tampoco quedó fuera de lugar la referencia continuada a la “Ebau, Pevau o Cuñau” mencionada por Samuel López Rodríguez  y Nuria Álvarez  Sánchez del 2º de Bachillerato de Ciencias Sociales. Y para terminar, el discurso de  2º de Bachillerato de Ciencias pronunciado por Sofía Sales Vargas, Patricia Rodríguez  de la Rosa y Candela Cortés  Moya, sin olvidar, por supuesto, “The last but not the least”, de Ruben Muros Calvo, que hablaba en representación del 2º de Bachillerato Tecnológico. Todos aportaron su granito de arena, desde la seriedad de Rubén, elegido para empezar que no es siempre fácil, hasta las lágrimas de emoción de Sofía, la dulzura y el sentido agradecimiento de Candela así como la bondad y el cariño demostrado por Patricia.

Los tutores de los grupos dieron la réplica al alumnado. Antonio Martínez Cerezo, Nerea Gallego Rodríguez  y Blanca Ruiz Rodríguez bromearon a tres voces para reconocer sin remedio que se les quiere y que se les desea lo mejor. Cada uno a su manera fue completando los colores de aquella tarde que competía con el repentino gris de unas amenazantes nubes.

Manuel Rodriguez Garzón les dedicó unas palabras cariñosas como director del centro. Quiso hacerles ver lo importantes que eran, convencerles de todo lo que habían superado y recordarles que tenían las herramientas necesarias para enfrentarse a todo lo que les podía acontecer en esa nueva etapa de la vida que estaban a punto de comenzar.

Las palabras de dirección dieron paso a la mención de los mejores expedientes,  Elsa Cárdenas El Mejdoubi, Miguel Ramón Higueras, Patricia Rodríguez de la Rosa,Candela Cortés Moya, Manuel Martín Rodríguez, Lin-Oliver Martín Contreras, Myriam Moles Castilla Y María Ruiz Rodríguez, nos hicieron sentir admiración, a la par que orgullo, y disfrutaron del reconocimiento a un trabajo realizado con esfuerzo, dedicación e indiscutible éxito.

La emoción casi cayó en el cielo con la entrega de becas, los regalitos del Ampa, las fotos, los abrazos y las lágrimas con claro sabor a despedida. La participación y el mimo de  Juan Alcoba Salmerón, nuestro jefe de actividades extraescolares, fue indispensable en la preparación de todo lo necesario para que saliera a la perfección.

Habíamos llegado al final, solo quedaban las fotos, la última complicidad de la comunidad educativa, los besos, algunas lágrimas, numerosos agradecimientos y esas palabras al oído en las que como tutora debes confesar que también sientes, como ellos, que a lo largo del acompañamiento por estos años, anómalos y difíciles, fue fantástico formar parte de sus vidas, que aunque no sabes si los volverás a ver, los echarás de menos y que aunque “aquí mando yo” también la emoción hasta las lágrimas acude a mí cuando pienso en todo lo que he pasado con mis niños y mis niñas y, a partir de ahora, les espera un futuro en el que tienen que pensar, como les dijo ese ángel terrenal llamado Sofía, “¡vamos a por él!”

Aquí os dejo los  mejores momentos para que los disfrutéis.