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DE TODO MENOS EJEMPLO

Unos de los principales problemas que encontramos hoy en día las categorías inferiores de muchos de los deportes en nuestro país son “los padres”, esto no engloba a todos los progenitores en su totalidad; si no, a un sector que cada día que pasas va en aumento. Estos padres de caracterizan por sus actitudes violentas y sus continuos intentos de influenciar tanto a jugadores y entrenadores en los entrenamientos y partidos como a los árbitros, oscilando habitualmente entre el grito y la amenaza. A todo esto hay que sumarle las peleas que tienen lugar entre los padres, y en algunas ocasiones también los propios hijos, dando así una imagen completamente vergonzosa e inmadura. Esta es una actitud deplorable contra la cual están naciendo muchas y diversas formas de combatirla por parte de clubes y otras entidades.

- Escuela de La Meca de Rivas.

La pedagogía para jugadores, entrenadores y padres. Sobre el césped (literalmente, ya que es ahí donde suelen trabajar), la labor de la UPAD se centra en talleres y dinámicas de grupo. A través de mecánicas como el 'role playing' (consistente en asumir roles por parte de los participantes), tanto jugadores como entrenadores 'maman' desde que aterrizan en el club esos valores. Cada técnico suele trabajar con un psicólogo, quien a su vez ejerce una doble función: formar y ayudar al entrenador, así como crear entornos de aprendizaje con los chavales durante los propios entrenamientos. Cada entrenador tiene un psicólogo con el que trabajar en los conflictos, en la gestión de grupos o en la cohesión del equipo. Una labor que trata no sólo de corregir actitudes discriminatorias o antideportivas, sino que intenta anticiparse y prevenir desde la formación de los preparadores para afrontar estas situaciones. La escuela trata de implicar a todos los actores que participan en ella, incluidos los padres de los jugadores. Cuidando la relación de estos con los entrenadores, entendiendo que esto es vital para que todo funcione.

- Fundación ANAR.

Esta fundación anima a los progenitores a ser un "verdadero ejemplo" para sus hijos, tras las peleas difundidas en las redes sociales de progenitores que asisten a las competiciones deportivas. Ante estos comportamientos, esta organización dedicada a la infancia quiere dar unos consejos educativos a los padres y madres en el ámbito deportivo como portadores de valores como el respeto, la solidaridad, el esfuerzo, las relaciones sociales, el trabajo en equipo, el espíritu deportivo. La fundación les recuerda que el deporte sirve para mejorar la calidad de vida y les aconseja aprovechar sus beneficios y no permitir que sea una fuente de conflictos, estrés, ansiedad y violencia. Es importante trasladar a los niños el respeto a la autoridad en el deporte (árbitros, entrenadores o profesores), así como los beneficios del trabajo en equipo, del esfuerzo, la superación y el control de la frustración cuando las cosas no salen como uno había previsto. La sobreprotección es una forma de maltrato que impide crecer a los hijos y sostiene que estos tienen que aprender de sus fallos, conductas y sentimientos.

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